Datos Históricos del Órgano de Tomave (Potosí, Bolivia)


por Enrique Alejandro Godoy

LA MÚSICA EN LA IGLESIA DE TOMAVE

En la Iglesia de San Miguel de Tomave hubo, sin duda, una intensa actividad musical en siglos pasados, con su propia Capilla de Musicos bien establecida.

Los documentos conservados guardan numerosas citas referentes a la música que allí se cultivaba ...

Por ejemplo, son comunes en los Libros de Gastos las menciones a la compra de Cuerdas y Bordonas para las Arpas.

En 1766, se registra el pago de  un peso de cuerdas para el Harpero y el pago de 12 pesos a  un Clarinero forastero a fin de que se quedase a enseñar algun Yndio de la comunidad como lo esta haciendo y 2 pesos de la composicion de su Clarin y 2 reales que le doi cada Domingo dende el mes de junio hasta el presente de nobiembre.

Luego, en 1773, se da cuenta de los 20 pesos que importo un Bajón para el Coro.

En cuanto al órgano del coro alto, además de los numerosos aderezos que se le practicaron durante su existencia - lo cual nos habla del interés en que el mismo estuviera corriente para las funciones que debía atender - es evidente que el mismo fue utilizado asiduamente, como demuestra el marcado desgaste que han sufrido sus teclas.

Efectivamente, son estos instrumentos referidos: Organo, Arpa y Bajón, los más empleados en las capillas musicales existentes en las Iglesias y Conventos de la región durante la colonia española.

Inclusive, las obras que se conservan del Licenciado Don Antonio Duran de la Mota - Bachiller Clérigo y Presbítero, Maestro de Capilla que fue de la Iglesia Matriz de Potosí hacia finales del siglo XVII y comienzos del XVIII - indican justamente la presencia de los mismos instrumentos recién mencionados.

DATOS HISTÓRICOS DEL ÓRGANO

En los libros que se conservan en la sacristía del templo, los cuales pudimos consultar brevemente, hallamos algunas citas de interés.

Así, en el “Testimonio del Ymbentario que corre de los bienes y alajas de esta Santa Yglesia de Thodos los Santos de Thomabe” correspondiente al año de 1756, el cual fue redactado como fiel transcripción del inventario de 1747, se lee:

... “Yttn. en el Coro un Organo q le faltan tres flautas y tres trompas quebradas” ...

En el “Libro de Descargo”, que corre también desde el año de 1756, encontramos las siguientes menciones:

... “Yten en la composicion de algunas teclas del Organo q ajusto el platero Blas ... 3 ps.” ... (1756)

... “Yten. mande componer los fuelles y flautas del Organo de la Yglesia de Thomabe con el costo de seis ps. en cordobanes y hechura” ... (1761)

... “Ytt. hede haver trecientos ps. q.e se le pagaron al Mro. Bonifacio Muños por la composición del Organo q.e estaba enteram.te arruinado, hechuras de fuelles nuevos, reposicion de flautas y aum.to de 42 trompas” ... (1773)

... “Yt. son en data 5 ps. q.e con toda equidad se han inbertido en la composicion de los fuelles del organo” ... (1801)

... “Yten son en data sinq.ta y seis ps. pagados à un mucico p.r la composicion del Organo de esta Ygl.a mas imbertidos en suela, tachuelas, y cordovanes p.a los fuelles y tiros” ... (1803)

No hay duda de que todas estas referencias son al instrumento que aún hoy se conserva en el coro alto del templo.

Siendo que el órgano es mencionado en los inventarios ya hacia mediados del siglo XVIII, y dadas sus características técnicas, podemos inferir entonces que el mismo fuera construido algunos años antes, es decir durante la primera mitad de aquella centuria.

Es llamativa la similitud de este instrumento con el que se conserva en el coro alto del Convento de Nuestra Señora de los Remedios (Santa Mónica) de Potosí, órgano construido hacia 1690 y reformado en diferentes ocasiones a lo largo del siglo XVIII.

Este parentesco no puede ser pasado por alto: ambos instrumentos tienen exactamente la misma disposición de sus registros, el mismo diapasón, idéntica factura de su teclado y -como si todo esto fuera poco- también llevan ambos el mismo símbolo grabado en su caja (ver dibujo) el cual, creemos, constituye una elaborada “firma” del maestro que trabajó en los dos órganos.  

Figura geométrica grabada en la caja del órgano.

Resulta difícil -sin embargo- pensar que estos instrumentos hayan sido construidos por el mismo artífice; creemos, más bien, que el de la Iglesia de Tomave fue obrado por uno de los maestros que aderezó y dio forma definitiva al del Convento de Santa Mónica de Potosí.

Por otra parte, es muy probable que también el órgano que hoy nos ocupa haya sufrido algunas composiciones de relevancia durante su vida, como la que le practicara el maestro Bonifacio Muños en 1773 y cuyo costo ascendió a 300 pesos, cifra bastante elevada si pensamos que, por ejemplo,  el Organito del Anejo de Chacala q.e lo hizo d.ho Mro. Muños igualmente en aquel año, importó la suma de 100 pesos ...  

Lamentablemente, el instrumento fue despojado de las puertas que cubrían su fachada, las cuales ostentaban -seguramente- sendos lienzos pintados al óleo representando al Rey David tañendo su arpa y a Santa Cecilia sentada al órgano, como es lo común.

No obstante, estos cambios poco modificaron la estructura original del instrumento: este se conserva en un estado bastante satisfactorio, al menos si lo comparamos con otros órganos de la región y del mismo período de construcción.

El órgano tomaveño reviste pues un especial interés, además, por ser un excelente ejemplo de instrumento barroco mestizo andino, típico de mediados del siglo XVIII.










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